Si creías que las patatas eran solamente para
comer, con el post de hoy quiero demostrarte que nada más alejado de la
realidad. Sabéis que soy una auténtica fanática de las manualidades, pero
confieso que no he empezado con el potato printing (que así se llama la
técnica) hasta hace muy poco. Su base es muy sencilla: se trata de usar ese
tubérculo que está presente en la inmensa mayoría de casas de España como
sello. Aunque de entrada pueda parecer una actividad propia únicamente para
niños, lo cierto es que son cada vez más los adultos que la emplean para darle
un toque renovado a los más variados objetos. Además, lo que tiene de positivo
es que resulta una tarea muy divertida y sencilla, por lo que es ideal para
realizar en familia o para aquellas personas que no tengan una especial pericia
en el ámbito de lo handmade. Para ellas puede ser una manera ideal de iniciarse
en el mundo de los sellos y de la estampación. Los resultados son inmediatos y
permiten que podamos estampar nuestras creaciones en portadas de libros,
tarjetas de felicitación, papel de regalo… Como os podéis imaginar, es una
manualidad de bajo coste, respetuosa con el medio ambiente (puesto que se basa
en el empleo de productos naturales) y que puede presentar diversos grados de
elaboración, desde las formas más simples hasta aquellas más especiales y
elaboradas.
Las variantes son muchas. Por ejemplo, empleando un cuchillo de sierra se obtienen superficies texturizadas, y si añadimos un tenedor podremos crear pequeños agujeritos que aportarán al resultado mayor originalidad. Igualmente, una vez que tenemos el diseño básico con un color, podemos usar los rotuladores para añadirle expresividad. Imaginad, por ejemplo, un simple círculo amarillo que se convierte en un emoticono sonriente añadiendo las expresiones faciales con el rotulador. Si queremos aportar brillo a nuestra creación, la purpurina es una opción barata y muy socorrida.
Como veis se trata de una manualidad que puede
ser ideal para las tardes de lluvia o las, a menudo, aburridas tardes
de domingo. Podéis invitar a amigos de vuestros hijos para ofrecerles una tarea
que echará a volar su imaginación, y cuyos resultados podrán ver casi
inmediatamente. O, por qué no, también puede ser una buena manera de desestresaros
y volver a vuestra infancia, comprobando que las patatas son mucho más que
gastronomía. Y todo ello, además, con el beneficio de obtener sellos que os
permitirán personalizar diversos objetos para ser las más originales. Todo son
ventajas…
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